Dice la Wikipedia, que de todo sabe, que el «programa electoral» es el programa con el que un partido político o candidato en particular se presenta a unas elecciones y donde se declaran su ideología, los valores que defiende, sus propuestas y sus planes de acción política o de gobierno, en el caso de llegar a él. Su fin es atraer al público en general, pero principalmente a los electores, durante una campaña electoral, para conseguir su apoyo y votos. No obstante, el «programa político» bien puede entenderse como un «manifiesto» ante la sociedad, es decir, no específicamente ligado a la coyuntura electoral.
En las elecciones de mayo de 2023, Podemos La Rinconada, en confluencia con Izquierda Unida, fue la única formación que presentó un programa completo, con una visión de lo que debía ser nuestra ciudad, con medidas claras, pertinentes y viables, que habían sido formuladas tras comprobar su viabilidad en todos los ámbitos: técnica, competencial, económica y, lo más importante de todo, socialmente. Nuestras medidas eran el culmen de un proceso abierto de escucha de más de dos años, en los que se recogieron centenares de propuestas vecinales.
Las 453 medidas finales, elaboradas en 8 ejes, son la guía central de nuestro quehacer político, tanto en el ayuntamiento como en la calle, con una premisa clara, «nada de protesta sin propuesta», en consonancia con el lema de nuestra campaña «con nosotros, mejor».
Dadas esas premisas, la labor cuando recogimos las actas de concejal y se nos colgó la medalla de la Corporación, era clara: empujar las políticas locales hacia la mayoría social, la igualdad, la cultura y el bien común.
Los presupuestos anuales y la inclusión del Plan + Sevilla han sido las primeras oportunidades que hemos tenido para estar a la altura de lo que la ciudadanía nos había pedido, y hemos cumplido:
- presentamos y acordamos ocho enmiendas de estudio a las ordenanzas fiscales para buscar una mayor progresividad fiscal, para que la gente de a pie pague menos y las grandes empresas paguen más.
- Logramos la señalización de diferentes Lugares de Memoria, siguiendo las demandas sociales y de asociaciones memorialistas.
- Acordamos con el equipo de gobierno unas Mesas de Trabajo bilaterales que ya están funcionando.
- Hemos trabajado, desde la colaboración, en la redacción de las declaraciones institucionales feministas del 25N y el 8M.
«Programa, programa, programa» era una de las expresiones predilectas del desaparecido Julio Anguita, en la que se pretendía resumir que lo importante no eran los cargos —los sillones—, sino las políticas. Para nosotras, esto se convirtió, tras el 15M en «nada de los partidos, todo de la gente» y, pese a todo lo sucedido, sigue en nuestro ADN: la nuestra es la política de la gente, más allá de discursos, de proclamas y de símbolos. Sin desmerecer los anteriores, creemos que lo importante es lo que llega a la calle.
Esta calle, la gente, nuestros vecinos, son los que tienen que poner a cada cual en su sitio, en una u otra orilla ideológica —otra expresión de Anguita, «las dos orillas»—, pues no tiene que ser nuestro el papel de juez y jurado, sino de ellos y ellas en las urnas. A cada una su papel, y a nosotras nos toca desarrollar este programa de coloridas páginas y coherentes medidas desde la oposición, una oposición leal, leal a la institución y a las votantes —a todas, que La Rinconada no se divide en grupos, sino que compartimos sus calles y plazas—, proponiendo antes que protestando, tendiendo la mano en todo lo posible, y alzando la voz cuando se nos dice que es imposible.
Nos decían algunos, antes y durante la campaña, que «negociar con el PSOE es imposible», que «aplicarían el rodillo» y que «la única política que hacen es la del Toma Nota». Bueno, nosotras pensamos que el PSOE puede hacer lo que quiera, que nosotras haremos lo que tengamos que hacer.
¿A dónde nos ha llevado ésto? Pues, curiosamente, a que nuestras medidas salgan en el Toma Nota, porque si algo es bueno, al final se aplicará.
Claro que importa el apellido político —lo que algunos llaman «colgarse la medalla»— de la medida aplicada, pero es más importante que dicha medida. Lo que decíamos antes: que llegue a la calle.
Esto demuestra dos cosas: la primera, que nuestro lema era acertado: con nosotros, mejor. La segunda, que somos necesarias.
Lo somos en tanto una representación de la sociedad rinconera, que comprende que el «programa, programa, programa» y que el que sea más fácil llegar a final de mes, más fácil y seguro llegar al trabajo por las mañanas y más fácil, seguro y posible llevar a las peques al cole, es lo que demanda la gente.
Por eso, nuestro programa, nuestra campaña, nuestras políticas y este boletín, que no se llama EN LA CALLE por capricho.
Es en la calle donde nacimos, es en la calle donde crecimos, es en la calle donde jugamos, donde trabajamos y donde reivindicamos. Qué otra cosa podía llamarse un boletín destinado a la gente.
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